domingo, 6 de julio de 2008

Pequeño Laberinto personal

Quiero poder diferenciar
las míticas catedrales
de la gloria
de las sonrisas complacientes
de mis fantasía.

¿Donde estoy?
La infinita gracia de vivir
atrapado en mi laberinto
de raras complicaciones
de vino tinto y madrugada
me contempla desde lejos.

Siento la necesidad de gritar
el nombre que me acongoja
sin saber siquiera cual es.

Y si todo resulta ser una ilusión
de recuerdos indelebles
y comparaciones eternas,
me quedare sentado
esperando a que vuelvan

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bonito poema, me ha gustado muchísimo.

Felicitaciones