jueves, 27 de noviembre de 2008

Ligero andar

Las ruinas indiferentes
sostienen en sus manos
las lineas del tiempo
que se pierde entre suspiros
de noctambulas solemnidades.
Estas lágrimas imaginarias
son los símbolos del retiro
de aquel viejo edén
de despreocupada inocencia.
Todos los soles brillan
hacia otras direcciones.
El mar de sombra
revolotea en mis manos,
aprisionando mis fantasías
de luz y melancolía.
El impetuoso destino
de unos pasos vacíos
siempre se enciende
con las llamas del olvido.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Repentino vacio

El consuelo no colabora,
la luz no ilumina,
y el cielo se confunde
con nubes de amapola
y pétalos de sol.

Nunca hubo un final,
la tarde se recuesta sobre
la mirada impotente
de quien deja atrás
a quien lo abandona.

Silencio, el aleteo de la derrota,
no hay sentido alguno
en las palabras
que se leen en la comisura
de los labios ajenos.

No mas, estos versos
ya no cumplen
su objetivo.

sábado, 15 de noviembre de 2008

Convalecencia metodica

Constituciones imaginarias,
el silencio se deja llevar
por el camino de las delicias
de la memoria.

Impotencia, sutil inocencia,
necesito encontrar una solución
que me deje incinerar
los pasos que doy
a través de esta niebla
de dudas e imperfecciones.

Complicamos las palabras
para poder escuchar
las incertidumbres caer.

Las discusiones se enraizan,
el tiempo enemigo nos acosa
y la insípida agonía
se siente como el silencio
de los dioses.

La indiferencia enfría mis huesos
y dejo que todo se vaya
poco a poco
hacia el abismo infranqueable
de la perenne ausencia.