martes, 15 de septiembre de 2009

(...)

Soy tu latido delirante,
la voz que atormenta
tus soledades nocturnas
con estertor placentero.
Soy el responsable
de tus ilusiones vencidas,
de tus obscuras intenciones
y tus lágrimas de pasión.
Soy tu ciego,
tu lenguaje corporal indefinido,
soy tu secreto
y tu prohibicion consoladora.
Soy tuyo y soy nuestro,
soy ese lento movimiento
sobre tus labios.

2 comentarios:

Ingrid dijo...

tan chulos tus poemas, mua!!!

Unknown dijo...

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