lunes, 18 de agosto de 2008

Espiral No. 3

El ímpetu me devora,
no puedo detenerme
ante la necesidad
de serle útil
al objeto de la adoración
herética de mis fantasías.

Sangre, sacrificio espiritualizado,
hay que calmar las fuerzas
sobrenaturales
de los impulsos propios.

Compartir el peso
de las turbulencias fúnebres
que no son mías
pero que interiorizo
para mantenerme un poco
mas cerca de la vida.

Mi idiotez se desprende
de mi incapacidad
de ser quien quiero ser.

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